Iglesia de Santa María Magdalena
Uno de sus principales monumentos es la Iglesia Parroquial de Santa María Magdalena, fue construida en la primera mitad del siglo XIX, sobre otra anterior del siglo XIV.
Esta fue mandada a derribar por el Conde de Altamira en el año 1800, mientras tanto la parroquia se traslada al Convento de frailes franciscanos, donde estuvo el tiempo de duración de las obras. La extinta Ermita de Nuestra Señora de la Soledad sirvió de almacén para las imágenes de santos e insignias de las distintas hermandades. En el año 1806 continúan las obras y los trabajos eran muy lentos, con este motivo el día 8 de Septiembre de este mismo año el Ayuntamiento de Villamanrique convoca un cabildo quejándose de estos retrasos por lo que instan al Conde de Altamira, que acelere las mismas. La invasión napoleónica paraliza las obras durante bastantes años. En Febrero de 1861 se terminan las obras de la iglesia.
Hosy en día la Iglesia es un edificio de planta rectangular y estilo neoclásico.
Accedemos al interior a través de un accceso portificadoadintelado y observamops que está compuesta por tres naves. la central es mayor que las laterales y se cubre con bóvedad de canón, arcos fajones sobre columnas y cúpula de media naranja en la parte del baptisterio, mientras que las naves laterales están cubiertas por bóvedas de aristas con arcos fajones.
En la nave de la derecha, la del Evangelio, tenemos otra puerta de acceso lateral con un arco en carpanel. Al lado podemos ver el retablo, labrado en cedro dorado y decorado, de la Inmaculada Concepción, obra de Juan de Astorga y procedente del Convento Franciscano existente en la localidad. En el ático podemos observar a San Francisco de Asís. A continuación tenemos a la Virgen de los Dolores, situada en el crucero en un retablo de madera policromada imitando al mármol. De pequeña hornacina, es la que contiene la imagen de Santa Ángela de la Cruz. A continuación observamos la hornacina del Sagrado Corazón de Jesús.
El altar mayor de la Iglesia, situado en la nave central es del siglo XVI, realizado por Don Diego López Bueno, discípulo de Juan Martínez Montañés, y procede del antiguo convento franciscano. El retablo está compuesto por tres calles labrado en madera de cedro, dorado y decorado en muchas partes. Es un relicario completo, éste relicario, que se abría tan sólo en los días de Jubileos Franciscanos y en las fiestas de las reliquias de los mártiners, se cierra con dos soberbias puertas, y en el centro cada una, tiene los anagramas de los franciscanos y de los frailes de Santo Domingo. En el banco del mismo podemos encontrar, las imágenes colocadas en hornacinas de San Francisco de Asís, izquierda, creador de la orden franciscana y San Pascual Bailón. Encima de estas podemos ver figuras de San Zenón a la izquierda y a la derecha San Sebastián en la baja. En el sotobanco podemos ver dos lienzos de a la derecha e izquierda, y encima a Santa Regina y a Santa María Siríaca. El ático está rematada con precioso Lignum Crucis, encerrado en cristal de roca en forma de diamantes.
Los altares gemelos, al lado del altar mayor, están labrado en cedros dorados y decorados.
Otro de los retablos se encuentra una escultura de San José, atribuida a Martínez Montañés, de gran veneración y que salía en procesión los días de Rogativa; y en el otro, una purísima Inmaculada Concepción de Juan de Astorga. Ambos retablos proceden del convento franciscano. Al lado de éste tenemos otro acceso lateral de iguales características que la que encontramos en el lado del Evangelio.
Otros altares son:
- Retablo de San Antonio: de estilo rocalla, teniendo la particularidad que actualmente está situado sobre el antiguo pie del altrar del retablo mayor. Procede también del convento franciscano.
- Retablo de la Virgen del Rocío: es de estilo barroco, labrado en 1955, luce un Simpecao de terciopelo rojo y plata repujada, fue donado Bernardo María Lasso de la Vega, así como dos barras de plata.
Los lienzos que podemos encontrar en el templo son variados y algunos atribuidos a Francisco Pacheco.
Redacción de la alumna-trabajadora: Doña Inmaculada Fernández Tejada