Iglesia Nuestra Señora de la Consolación
Iglesia de estilo gótico-mudéjar del siglo XVIII, esta construida sobre la antigua parroquia enclavada en un cementerio.
La fachada es de dos cuerpos, el primer cuerpo es la entrada principal que se compone de vano con arco de medio punto enmarcado por gruesas molduras que conforman un alfiz típico. Este arco de entrada esta presidido por dobles columnas a los laterales. En su segundo cuerpo se encuentra una cornisa quebrada donde se ubica la imagen titular de la Iglesia, realizada en ladrillo visto como toda su fachada.
El templo se compone de tres entradas, la principal esta flanqueada por dos torres de base cuadrada y de distinta altura, y otras dos portadas menores a ambos lados del templo que se conservan actualmente cegadas con ladrillo.
Ya en su interior, se aprecia la planta en forma de cruz latina con nave central de cinco cuerpos donde se distribuyen ocho capillas laterales entre contrafuertes, más dos capillas en los brazos del crucero. La cubierta de la nave central es de bóveda de cañón y en el crucero cúpula de media naranja.
El Altar Mayor es de estilo neoclásico, consta de tres calles, en la calle central podemos ver la imagen del Sagrado Corazón de Jesús realizada en escayola policromada, en la calle izquierda vemos la imagen de una Virgen que sostiene al Niño entre dos columnas de tipo corintio y en la calle derecha encontramos a San José y el Niño. Por último en el ático del retablo se enmarca un cuadro de la Santísima Trinidad, la Virgen del Perpetuo Socorro y San José
A continuación nos encontramos con la Capilla de la Virgen de Fuente Clara, la patrona del pueblo. Imagen sedente moderna, réplica de la original Virgen de los Reyes de la Catedral de Sevilla. Cuenta la leyenda de esta Virgen, que en tiempos de guerra se le apareció la imagen a un soldado para ofrecerle una fuente de agua, por la agónica situación que estaban pasando en aquel momento.
A ésta Capilla le sigue el Retablo del Carmen, retablo de madera policromada en oro fino, sobre fondo de terciopelo rojo aparece la Virgen del Carmen con el Niño y escapulario que la identifica, de tamaño natural y realizada en madera. La imagen es un regalo del marqués de Pickman a la parroquia.
Otro retablo, el Retablo de la Soledad y el Santo Entierro. La Virgen es una imagen de candelero, vestida de blanco virginal. El Cristo yacente es una imagen de escayola pintada. Se encuentra en una urna acristalada.
De nuevo una Capilla, la Capilla del Santísimo Cristo del Perdón, se encuentra un Cristo de tres clavos, de estilo renacentista, de figura doliente y llena de agonía. Se apoya sobre una peana con tres caritas de ángeles. Curiosamente tenía colocada corona de espina realizada en cable eléctrico que posteriormente le quitaron con una limpieza.
Le sigue un Retablo, el Retablo de la Inmaculada Concepción, de estilo neogótico, madera pintada en celeste por la virginidad de María y con molduras en oro. La talla es de bulto redondo policromada. Posiblemente el autor se inspiró en la docena de imágenes que Murillo posee de esta advocación.
El último de los retablos es, el Retablo del Santísimo Cristo de la Veracruz, Virgen de los Dolores y San Juan Evangelista, retablo de madera dorada. El Cristo de la Veracruz es una talla neobarroca en madera de cedro. Tiene potente musculatura de tres clavos, policromada y con carnación ensangrentada en el costado. La Virgen de los Dolores es una imagen de madera de candelero, talla anónima aunque su procedencia es hispanoamericana.
Por último veremos una serie de obras distinguidas de lo anteriormente nombrado.
La Custodia, pieza de orfebrería procesional de oro y plata. Sirve para exponer el Santo Sacramento a la veneración de los fieles. La base de la custodia es estrellada, combinando el perfil curvo y lineal en los salientes.
El Púlpito de la Iglesia es la pieza más antigua del templo. La reja de hierro forjado procede de la antigua parroquia gótica.
Pintura, la Iglesia de Nuestra Señora de Consolación tiene una pequeña colección de cuadros, todos de ámbito religioso. Tenemos un lienzo de “San José y el Niño”. Un cuadro de “San Francisco de Asís”, el santo aparece arrodillado, implorable y pensativo ante la visión de la cruz, la mano en la calavera que significa el paso del tiempo e intrascendencia de la vida terrenal. Vemos otro lienzo en este caso es una “Apoteosis de Santo Tomás”, se muestran dos mundos diferenciados, arriba el celestial y abajo el terrenal. Del siglo XIX un lienzo de “San Bernardo de Claraval” que decora las blancas paredes del recinto eclesial, copia de un lienzo de Murillo que se encuentra en el museo del Prado. El santo es representado joven, místico, pensativo, contemplativo, arrodillado, con hábito blanco y cruz abacial, sujeta en su mano izquierda un corazón encendido de fe. Otro cuadro de un joven acólito de mirada dulce y con símbolo crucífero. Un “San Félix Cantalicio”, copia de un Murillo que actualmente se exhibe en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. San Félix es el patrón de la Orden de los Capuchinos. El santo aparece mirando hacia la Virgen que desciende envuelta en un corro de niños angelitos, sostiene entre sus brazos el Niño desnudo. Por último una “Divina Pastora”, iconografía mariana conductora del rebaño de almas hacia el Bien, versión femenina del Buen Pastor.
Trabajo realizado por el alumno-trabajador, D. Julio Ramírez Pulido
BIBLIOGRAFÍA:
