Iglesia de Nuestra Señora de la Antigua
Al suroeste de la provincia de Sevilla podemos encontrar el municipio de Almensilla.
El origen de su nombre es causa de controversia. Algunos autores piensan que procede de la palabra mensilla, que significa meseta pequeña en latín. Los árabes le antepondrían el artículo al-, permaneciendo ‘Almensilla’ tras la reconquista cristiana. Otros autores afirman que procede del árabe al-Manzila, que significa "la posada". En sus inicios se trataba de una alquería, un conjunto de casas perteneciente a Serra-al-Mensi, un árabe afincado en este territorio. Esto hace que muchos historiadores se decanten por asociar el nombre de esta localidad con el del árabe propietario de la alquería.
El hecho es que por su riqueza en agua subterránea los árabes tomaron este emplazamiento que les aseguraba el riego de sus cultivos y el abastecimiento de agua.
En sus calles podemos ver aún el reflejo de la forma de vida tranquila de un lugar cuya actividad principal ha sido desde antiguo la agricultura. Calles compuestas de casas blancas y sencillas entre las que destaca la Iglesia de Nuestra Señora de la Antigua.
La de Nuestra Señora de la Antigua es una de las advocaciones marianas con mayor pervivencia. Por su fama de milagrosa suscita gran devoción tanto en España como en el continente americano.
D. Diego Ortiz de Zúñiga nos cuenta la historia de la devoción a esta imagen, de la que existía una representación en la mezquita mayor de Sevilla, actual catedral, y de la cual se dice que ningún infiel podía mirar sin sentir el impulso de arrodillarse ante ella. Sobrevivió a todos los intentos que hubo de destruirla, por lo que finalmente tuvieron que levantar una tapia delante de la imagen. Cuando durante la reconquista se encontraba el monarca Fernando III rezando ante la imagen de la Virgen de los Reyes, la Virgen se le apareció para decirle que si conseguía visitar su imagen, la que se encontraba en el interior de la mezquita, conseguiría la ayuda de la intervención divina para la reconquista de la ciudad. Cuando el rey entró en la mezquita, el muro levantado por los infieles se volvió transparente, permitiéndole adorar a la imagen de la Virgen de la Antigua.
La iconografía usada para representar esta imagen de la Virgen, como podemos ver en nuestra parroquia de Almensilla, es de influencia bizantina. La Virgen se encuentra de pié y en posición frontal, vistiendo túnica y un manto que le cubre la cabeza. Su rostro mira al frente, girado levemente hacia el Niño con actitud amable, mientras sostiene delicadamente una rosa en su mano derecha.
La Iglesia de Nuestra Señora de la Antigua es un templo de origen mudéjar, levantado con mampostería y ladrillo sobre una planta rectangular, aunque profundamente reformado durante los siglos XVIII y XIX.
Accedemos a la iglesia a través de la portada principal, a los pies de la nave central, formada por un arco de medio punto entre pilastras y rematada por una espadaña. A su izquierda podemos ver un retablo de azulejos con la imagen de la Virgen titular, Ntra. Sra. de la Antigua. En la nave del Evangelio se abre otra portada, esta adintelada.
El interior de la iglesia se divide en tres naves separadas por pilares de base cuadrada y cubiertas por una estructura de madera.
En el muro derecho llama nuestra atención un gran lienzo que representa la Piedad, y en el opuesto está la patrona de la localidad, la Virgen de la Antigua con el Niño.
En la cabecera de la nave derecha se encuentra la Capilla del Sagrario, en cuyo retablo mayor hay una imagen del siglo XIX del Niño Jesús representado como el Buen Pastor, de Juan de Astorga, así como los dos ángeles lampareros del siglo XVIII.
En esta misma nave hay una imagen de Santa Teresa de Jesús de mediados del XVII. Durante una parte del año, esta parroquia guarda también una escultura del siglo XVII de San Diego de Alcalá, patrón de la localidad. También podemos encontrar en uno de los altares de este templo El Simpecado de la Hermandad del Rocío.
La capilla mayor se encuentra precedida por un arco triunfal de medio punto, y se cubre con estructura de madera con motivos de lacería. Destacamos el altar mayor que se encuentra en el presbiterio, realizado en madera pintada en jaspeado y con remates dorados. Este retablo se encuentra presidido por la venerada imagen del siglo XVI del Cristo de las Penas.
Se trata de la imagen de un Crucificado tallado en madera y policromado, con características afines a los crucificados del gótico tardío de origen flamenco. Sin embargo, presenta algunos rasgos, como el uso de la técnica de paños mojados para la talla del sudario o el hecho de que los dientes se encuentren tallados, que la asocian con la tendencia hacia el naturalismo en la escultura sevillana del último tercio del XVI.
El torso y las extremidades inferiores, incluido el sudario, fueron tallados del mismo bloque de madera de un tronco de álamo. La cabeza y los brazos están tallados por separados y ensamblados al tronco.
En 2012 la Consejería de Cultura y Deporte le realizó un estudio a esta imagen a través del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. Este estudio ha permitido identificar los valores culturales que tiene la obra. Junto al valor artístico del crucificado, que lo sitúa en el arranque de la imagen religiosa como elemento de persuasión y propaganda, hay que señalar el hecho de que la imagen conserva sus características morfológicas y estilísticas originales, sin añadidos de importancia. La restauración que se le ha hecho en 2012 ha supuesto una importante puesta en valor de la obra, ya que son escasas las imágenes de esa época que se conserva sin prácticamente alteraciones.
El Viernes Santo el Cristo de las Penas hace estación de penitencia recorriendo las principales calles del casco antiguo del municipio a hombros de sus devotos. Este paso tiene como peculiaridad el realizar su Via Crucis en completo silencio. Este hecho envuelve en un halo de solemnidad a la procesión que impresiona al visitante.
Destaca también de esta iglesia el zócalo de azulejos que tiene por todo su interior, rematado por la parte superior por una cenefa con una inscripción en árabe que se va repitiendo a lo largo de la misma. Este zócalo se realizó a finales de la década de los años 60 del pasado siglo XX, para embellecer la iglesia para la visita del Cardenal de Sevilla Bueno Monreal.
La frase en árabe dice «Y no hay vencedor sino Alá».
Trabajo realizado por la alumna-trabajadora Dña. Beatriz Canto Fernández
BIBLIOGRAFÍA:
Guía artística de Sevilla y su provincia, Fundación José Manuel Lara
www.parroquiadealmensilla.blogspot.com.es