Iglesia de Nuestra Señora de la Estrella
Palomares del Río es uno de los 46 municipios de los cuáles se compone la provincia de Sevilla. Su localización se encuentra en el extremo oriental del Aljarafe. La datación más antigua de la localidad se remonta a época romana, por ello se han identificado cerca del municipio restos arqueológicos romanos de antiguas villas rurales. A partir de los estudios de estos hallazgos sabemos que existieron centros de explotaciones agrícolas familiares (villae), que con el paso del tiempo fuerondesarrollándose para convertirse en auténticos santuarios. Después su importancia fue aminorando debido al crecimiento de las grandes propiedades.
Baños árabes
En cuanto a monumento, la iglesia de Nuestra Señora de la Estrella es la más destacado de la localidad. Como la mayoría de edificaciones cristianas del Aljarafe sevillano, fue en su origen un templo mudéjar, de los que únicamente se conserva la primera sección o cuerpo de la torre-campanario, con arcos apuntados y lobulados ciegos y enmarcados por alfiz. El segundo cuerpo del campanario muestra ya un claro estilo barroco del siglo XVIII. De reducidas dimensiones pero valiosa en cuanto a estructuras, la iglesia consta de tres naves separadas por arcos de medio punto. En la nave de la Epístola (derecha) éstas arcadas son sustentadas por cinco columnas de mármol blanco de estilo dórico tres columnas de estilo corintio, siendo la mayoría aprovechadas del material de acarreo del antiguo templo. Las basas de estas columnas destacan muy poco debido al cambio estructural del suelo que se han ido ejecutando a lo largo de los años. El actual pavimento se debe a la obra ejecutada por Ambrosio de Figueroa en 1772.
La cubierta de la nave central se compone de una techumbre mudéjar de par y nudillo con tirantes, de clara tradición mudéjar los siglos XIV y XV, transformándose al exterior en un tejado a dos aguas. El nudillo es un madero horizontal que traba cada pareja de pares aproximadamente a los dos tercios de su altura, para reducir los esfuerzos que cada par soporta proporcionando una sujeción más sólida que garantiza en mucha mayor medida el equilibrio final de la armadura. Vemos decorada la armadura con un entrelazado de estrellas de seis puntas situadas en las vigas transversales que sirven de apoyo a la cubierta central. Esta sería la explicación más acertada de la armadura de par y nudillo. Las naves laterales se cubren a un agua. La madera utilizada para la construcción de las techumbres es de pino procedente de Flandes (Bélgica).
Columna hispanomusulmana de acarreo conservada en el interior de la sacristía
El altar mayor, y presbiterio en general, presenta planta rectangular con cubierta de bóveda de medio cañón con decoración a los lados a base de arcos ojivales. Muestra una pequeña alteración estructural respecto a la nave central. En el presbiterio se aloja una imagen del arcángel San Miguel datada en el siglo XVIII, copia de Rafael de Sanzio.
A la izquierda, en la nave del Evangelio y como si de un agregado se tratase, un agregado más a la nave, aparece el Sagrario donde se encuentra la Virgen del Rosario, datada en 1588 y atribuida al escultor Miguel Adán. Esta imagen fue de nuevo policromada ya en el Siglo XVIII y con anterioridad presidió el altar mayor. En el centro de esta nave encontramos la imagen de la Virgen del Carmen y, a los pies, se encuentra el Retablo de San José fechado a principios del S. XVIII. Encontramos en él, a parte de la imagen del titular, pinturas del Bautismo de Cristo, un Ecce Homo, San Francisco de Asís, la Huida a Egipto y San José con el Niño.
Retablo Mayor
Retablo de la Virgen del Rosario
Virgen del Carmen
Retablo de San José
En la Nave de la Epístola (derecha) se encuentra el Crucificado, datada alrededor del año 1600. En 1902 el obispo Manuel González fundó en este Sagrario el Instituto de las Hermanas Marías Nazarenas. Todo el alicatado que en él se alberga es contemporáneo.
En cuanto a las portadas, de líneas muy sencillas, destacamos dos, a los pies de la iglesia y en el lateral izquierdo, siendo ésta característica muy común en parroquias de zonas rurales. Ambas presentan dos cuerpos, son adinteladas y están flaqueadas por pilastras. Su perfil es de estilo barroco En el exterior encontramos los colores típicos del barroco sevillano, blanco y ocre. El rosetón de la parte superior sirve a su vez como elemento decorativo. Esta construcción mudéjar en inicio fue reformada en los siglos XVII y XVIII. Son barrocos los soportes, las portadas y el remate de la torre.
Beato D. Manuel González
Diversas modificaciones y restauraciones fueron aplicadas al templo, siendo la de mayor importancia la que se realizó a partir del 1º de noviembre de 1755 tras el terrible terremoto de Lisboa, obra llevada a cabo con el maestro alarife, de origen de Palomares del Río, José Mejías. Conocemos que en 1746 realizó una serie de modificaciones el maestro Francisco Muñoz; entre 1771-1773 Ambrosio de Figueroa actuará sobre la capilla mayor, la sacristía y la portada de los pies, construyendo finalmente el cuerpo y de campanas de la torre. En 1776 una nueva obra fue llevada a cabo de la mano de Francisco del Valle. Años más tarde, entre 1778 y 1779 Pedro de Silva ejecuta una serie de reformas generales.
El altar mayor se separa de la nave central por medio de un arco de medio punto de considerables dimensiones. La cubierta de esta zona responde a la tipología de
cubiertas barrocas. En este caso encontramos una bóveda de cañón con lunetos construida en el siglo XVIII y que sustituyó a la anterior cubierta de tracería gótica.
En cuanto al retablo, de traza barroca, muestra las características propias del estilo imperante en Andalucía: muchos y originales motivos ornamentales en general, destacando las guirnaldas bulbosas en dinteles y áticos. Presenta diversas modificaciones y restauraciones de los siglos XVIII y XX, bastante toscas y rudas en cuanto a ejecución. Dividido en cinco calles separadas por columnas salomónicas. En su origen hubo solamente tres calles hasta que el nombrado Ministro de Hacienda con Adolfo Suárez, Jaime García Añoveros hizo ampliar una calle más en cada lateral para la celebración boda de su hija, adaptándose al trazado original del retablo y respetando su estilo. En el centro, más ancha, se encuentra la imagen de la titular de la iglesia, Nuestra Señora de la Estrella. Se trata de una imagen de candelero, que es el conjunto de listones que dan forma al cuerpo de una imagen de vestir arrancando desde la cintura hasta los pies de dicha talla. La imagen es del siglo XVIII y porta en su mano derecha un cetro y en la izquierda al Niño Jesús.
En las calles laterales encontramos ocho lienzos bastante deteriorados, todos del siglo XVIII. En la calle de la derecha se representan a Santa Rosa de Lima y a San Francisco de Paula. En la calle de la izquierda vemos a San Antonio de Padua y San Estanislao de Kostka. Junto a ellos y perteneciendo al testero del retablo mayor vemos representado al Arcángel San Miguel venciendo a Lucifer, una copia del siglo XVIII del pintor Rafael de Sanzio. En el lado del Evangelio En el ático encontramos un retablo anterior, concretamente del siglo XVI, en el que se representa la Santísima Trinidad custodiada por San Pedro y San Pablo, realizados éstos por Vasco Pereira, siendo coetáneas a las pinturas de las calles laterales. Documentación encontrada indica que el retablo mayor fue estofado en el año 1664 por el maestro y dorador Juan Gómez Couto.
Coetáneas a la realización del retablo son las pinturas del portugués que se encuentran sobre la puerta del Sagrario con la representación del Niño Jesús Resucitado, con los colores característicos de la pureza. Este retablo presenta características muy similares al retablo mayor de la Iglesia de Nuestra Señora de la Oliva de Lebrija (Sevilla), obra de Alonso Cano.
Se trata de un retablo franciscano en el que la imagen actualmente es San José con el Niño. Datado a principios del siglo XVIII, destaca por la decoración a base de rocallas, el estofado y las molduras características del barroco. El retablo se divide en tres calles y un ático, en la centro encontramos la imagen de San José con el Niño del siglo XVIII rodeada de cuatro lienzos. Uno de ellas, a la izquierda, representa un Ecce Homo. A la derecha un San José itinerante con el Niño en la parte superior y una escenificación de la Huida a Egipto en la inferior. En el ático destaca una talla de San Francisco del siglo XVIII que anteriormente fue titular de este retablo. Tanto la imagen de San José como la de San Francisco presentan influencia del taller del escultor sevillano Pedro Roldán.
La imagen pasional del Crucificado se encuentra en el centro de la nave de la Epístola. Con 2,40 metros de altura, está tallada en pasta de madera, muestra el paño de pureza encolado. Se fecha en torno al 1600 aunque la cruz es barroca del siglo XVIII. Procesiona el Jueves Santo, como Cristo Yacente el viernes Santo. De nuevo Miguel Adán representa a la perfección el rostro muestra con una precisa mueca de angustia. David López restauró la imagen en 2006. Los frescos que aparecen al fondo de la hornacina fueron descubiertos hace pocos años. Posiblemente fueron pintados por Vasco Pereira, autor de los lienzos que se encuentran en el retablo mayor.
A su izquierda y rememorando la imagen bíblica del Stabat Mater Dolorosa (estaba la Madre sufriendo) se muestra a la Virgen de los Dolores, imagen de vestir o candelero del siglo XVIII, obra anónima. Muestra las características de las Vírgenes andaluzas co-titulares de las hermandades.
A los pies de la nave del Evangelio se encontraba la Capilla Bautismal. Actualmente sólo se conserva la pila bautismal, fechada a mediados del siglo XVIII.
En el siguiente tramo destaca la talle de la Virgen del Carmen, de vestir, con toda probabilidad del siglo XVIII, anteriormente era Inmaculada, por lo que hubo un cambio de advocación. El Niño es una talla posterior.
La torre se sitúa en la cabecera del templo y responde al arquetipo de modelo mudéjar remodelado en el siglo XVIII. Se alza dividida en dos cuerpos más chapitel piramidal recubierto de azulejos. El primer cuerpo es mudéjar y en él se encuentran ventanas decoradas con arcos de herradura y polilobulados encuadrados por alfiz, hoy ciegos. El segundo cuerpo o campanario responde a la remodelación, ya en estilo barroco, tras su destrucción parcial durante el terremoto de Lisboa de 1755. Presenta cuatro huecos para albergar las campanas, fechadas en 1663, se enmarcan en pilastras que a su vez sostiene una cornisa. Como remate, un banco apilastrado en el que se asienta un chapitel ochavado cubierto de azulejos realizados en el barrio de Triana. Una inscripción sentencia “Antoni Wilkes me fecit” “Purísima Concepción, ruega por nosotros“ Se fundió esta campana por donación de D. José María Romero, cura, encargado de esta villa, en la Fábrica de Juan Japón, Sevilla, año 1885. De planta cuadrada y cubierta con bóveda de medio cañón por cada tramo, presentaba una escalera de caracol y un espigón con sección cuadrangular.
Adosada a la Sacristía en su lado oeste encontramos la Capilla del Sagrario, un pequeño habitáculo en el que se alberga al norte un retablo neogótico de escaso valor, datado a principios del siglo XX con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús. El Sagrario de plata es obra del orfebre Fernando Marmolejo, orfebre que destacó por el camarín de la Basílica de la Macarena.
Fue en este Sagrario donde el beato Manuel González fundó el Instituto de las Hermanas Marías Nazarenas en 1902, hoy Misioneras Eucarísticas de Nazaret.
Dentro del inventariado de la iglesia, encontramos varias piezas referentes a las artes suntuarias. De orfebrería destacamos un cáliz de plata del último tercio del siglo XVIII con punzones de Cárdenas y Páez; un copón de plata sobredorada con rocallas del último tercio del siglo XVIII; varias crismeras de principios del siglo XVI una concha para el bautismo de plata y del mismo siglo; un acetre del incensario y un ostensorio de plata sobredorada constituido por un ángel que sostiene un sol. Se trata de una pieza mexicana realizada en la primera mitad del siglo XVIII.
Redacción e imágenes de la alumna-trabajadora: Dña. Ángeles Morales-Arce Respall.
BIBLIOGRAFÍA
“Guía artística de Sevilla y su provincia II”. Autores: Morales, Alfredo; Sanz, María Jesús; Serrera, Juan Miguel; Valdivieso, Enrique.
www.albertovalera.wordpress.com